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sábado, 16 de octubre de 2010

Poemario El 7º Creador.

Colores en versos quiero.
Lunes, 13 de septiembre de 2010

En esta pagina en blanco,

Colores en versos quiero.

Irizar en mares azules.

Y aventurarme sin ser un héroe.



Latidos de rocas resaltan

El rojo punzante de tus venas.

Y la sangre en velas salpican,

Donde dejas tus cadenas.



El profundo verde oculta

La ciudad Atlántica.

En un obsceno obscuro,

Muro negro sin salidas.



Tu alma amarilla,

Amanece cubiertas de escamas

Y se plasma en adheridas

Arenas y cristales traslucidas.



Sepultan la isla de un lunático

El morado humo volcánico.

Ruptura de las agonías.

Colores en versos quiero,

En arcos de ironías.




Recuerdos de guardería.
Lunes, 06 de septiembre de 2010 a las 16:14

Dulce mañana me despierta mi mamá.

Y me dice: te bañare, vestiré y prepararé tu desayuno.

Hoy te esperan en un busito amarillo.

Que esta en el edificio de la Lotería.

Para que te lleven a la guardería.



Con ternuras de niño y muestras de sueño,

Obedecía al amor incondicional de inocente hijo.

Recuerdo, aquel busito amarillo y lloraba a gritos.

Por que no quería separarme de mi mamá.

Ella con besos y abrazos me consolaba.



En el busito, cantaban la canción de "Mi escuelita"

El sol y el viento con nosotros se divertían y reían.

Al llegar a la guardería la maestra decía:

¡Hora de bajarnos todos, hagan filas!

Mis compañeros al santiamén, recogían su loncherita.

Siempre saludaba, como niño amoroso a la rubia niña.

Y ella me decía: ¡Hola Roycito, como te ha ido!

Callado y sonrojado me cohibía.



Son recuerdos de mi primera guardería.

Sillas pequeñas de madera, mesitas rayadas,

Colchas para la hora de la siesta,

Papeles en blanco con siluetas y figuras,

Para colorearlas aunque me saliera de las líneas.

Cuentos para dormir, largos y cortos, juegos y canciones.

Nunca olvido a todos mis compañeritos,

Que jugaban en el parquecito,

Donde tenia mi lugar favorito.



A las maestras siempre cariñosas regalando galletas.

Recuerdo las temperas, azulejos sucios llenos de goma.

Loncheras, jugos, manzanas rojas y verdes para la maestra.

Termos vacíos y emparedados pegados a la servilleta.

La hora del almuerzo, donde en ocasiones,

Me quedaba de último, porque odiaba la comida.



Recuerdo los lunes y días al canto a la bandera,

Siempre mirando hacia arriba a la tricolor.

Lápices de colores rotos debajo de las sillas,

Por que unos niños rivales causaron rencillas.

Tal vez eran crayones dejados por un niño

Que los perdió o los olvido otra vez.

O porque ya no le gustaba, usados, desgastados y sin nombre.



Aquellas fiestas de disfraces, los globos, piñatas, confites y pastillas.

La vergüenza que me dio cuando me vistieron con montuno.

Los juegos a carreras en sacos y mi disfraz de payaso.

A todos los recuerdos de mi guardería les doy mi abrazo.

Hasta los colores, el amarillo, el naranja, el rojo y azul

Eran los emblemas que guarde en mi corazón.

Y en el rincón de mis memorias de bellos días.

Mis recuerdos de guardería en un salón.



Carta de un condenado.
Lunes, 06 de septiembre de 2010 a las 16:19

No quiero jamás volver a este misero lugar, sin libres radicales.

Todos me miran como el que morirá otra vez, en una tumba sin nombre.

Todos se tuercen y se quiebran, destinados en la profecía del hombre.

Desquebrajándose en mentiras y desordenes mentales.



No quiero jamás volver a este mismo cuerpo.

La sangre brota y se vierte bajo mis parpados.

No tengo cicatrices en la piel, pero si gusanos de fuego cosidos.

El árbol de cristal ruge dejando caer sus hojas cortantes al gélido viento.

No quiero renacer en el nuevo mundo, ni ser justificado en el reino de los cielos.



Este hogar no será eterno, me espera el juicio final de los tiempos.

Un lago de azufre infinito retuerce hasta la nada las almas perdidas.

Mientras cánticos se escuchan de aquellos que fueron nuestras victimas.

Retorcerme en la cámara de las torturas sacia la venganza de un Creador.

Levantándome como criatura desde el regazo para ser esclavo de otro esclavo.



Aquí las plegarias de mi sangre a los santos muertos son en vano.

Por que sus huesos roídos me abrigan y gritan vergüenzas.

Son los últimos vestigios, aduladores, mentirosos al hombre mortal.

Esbirros ponzoñosos que disfrutan la frialdad de su dueño, falsas mies.

El engañador engaña, rostro de mujer divina, estrellas partidas a sus pies.



Tengo mil caras y no recuerdo mi nombre y mis pecados.

Estacas giratorias veloces atraviesan memorias a la deriva.

Un mar de cuerpos fragmentados, la mano maneja el látigo castigador.

No querrás estar aquí conmigo, para ti tengo un secreto revelador.

Cualquier cárcel eterna no dejaría rastros de humanidad, ni la del infierno.



En mis noches y quimeros.
Lunes, 06 de septiembre de 2010 a las 16:20

En mis noches, pensé en ti, tras la negrura.

Ayer dormí en cada latido sin corazón pudiente.

La impotencia de mis noches, en sueños efímeros.

No podré tenerte, si no logro apartar la espesura.

Tu magia ancestral sedujo al sol naciente.



En mis lastimeras noches, para ti, soñé encontrar zafiros.

Pero desperté, surcando un sueño sin ti, tu mi fuente.

Calabozos obscuros bajo mis sabanas como soldadura.

En mis dolorosas noches, te busqué entre quimeros.

Lívidas imágenes oníricas se pulen en un diamante crujiente.




Quiero.
Martes, 31 de agosto de 2010 a las 13:51

Quiero ser esa voz roja silenciosa, dejado en el olvido.

Quiero encontrar delirios revolcados y perdidos.



Quiero esconderme bajo tus alas amplias como la noche.

Quiero lucirme azulado, asustado por el inmenso derroche.



Quiero darte hasta mi alma, si me dejas tocar la tuya.

Quiero arrancarme el emblema hasta que se escabulla.



Quiero soltarme el horizonte. Quiero ser la vértebra quebrarse.

Quiero hondonar las esquirlas salvajes, usurparlas al atravesarse.



Quiero atravesar las sombras y vivir en un espejo.

Quiero ser el jinete apocalíptico con el corcel bermejo.




La cascada sedienta en el olvido.
Lunes, 30 de agosto de 2010 a las 15:03

Viajemos a los abandonados escondrijos.

Un niño encontró la llave,

De verde cuarzo es la clave.

Dibujemos aventuras infinitas que surquen destinos.

Icemos banderas y emblemas para nuestra tribu.

Y volemos a la cascada sedienta en el olvido.



Fragmentos sin manchas.
el El Lunes, 30 de agosto de 2010 a las 15:00

Dame una lágrima para sembrarla en lugares desérticos.

Así morirá la nada y el deseo inaudible sometido.

¡Vuelve a la vida anhelo perdido!

¿Donde hallaremos lágrimas cristalinas?

¡Si dejó de existir el lugar santo!



Dame como frutos un indecible llanto.

Rastros de falsas profecías.

Que se fermenten en sangre y cicuta.

Entre abono y semillas,

Penetradas en las cuencas

De tus ojos, como tierra húmeda.



Diezman fragmentos sin manchas,

Acariciando el rostro del hijo de la ira.

Que jamás tocaras con manos limpias.




Sombras paralelas.
Viernes, 27 de agosto de 2010 a las 20:19

Sombras paralelas, se pasean de cerca,

En tu iris cerrado, sobre tu mano arpía.

Un campanario grita la gloriosa victoria.

Son oleadas de lunas crecientes en la meca.



Serena las emanaciones teñidas.

De brillantes escamas pulidas.

Grueso interior cálido, lomo apaciguado coraje.

Exquisita la formula de palabras y frases.

Exploradas y fusionadas en un solo brebaje.

Resucitando viajes y acabadas inspiraciones.



Determinándole un certero fin.

Que pronto se ha de lucir.

Agudiza la lectura del viejo poeta miope.

Como cuando joven que era popular y torpe.

Cultura y costumbre es leer un sabio libro con vela.



Sombras paralelas, infinitas filas leen los tuertos.

Absorbiendo conocimientos, olvidados por los muertos.

Proyectaron sus sombras ajenas sin parejas.

Amoldadas son, como el águila que vuela

Con alas abiertas con sus sombras paralelas.




Reflejos gemelos.
Viernes, 27 de agosto de 2010 a las 16:25

Fui poeta, en el pasado.

Y al reflejo del espejo.

Que en la tierra ígnea, creado.

Una fantasía paralela recordé,

Entre mis sueños desperté.

Izado en mil rebujos.



Soy ahora un poeta galán.

Soy de nuevo un poeta jovial.

Desenrede las entrañas,

Que crecieron en el Álamo,

Cuya madera blanca templada

Me vistieron toda el alma.



Entre los grandes poetas,

Soy el más pequeño.

Y entre los mas pequeños,

Tengo el espíritu inmenso.



Soy un Lorca,

Un caballero templario.

Sin ocultas religiones.

Sin tradiciones paganas.

Con mi única fe,

Quien me engaña.



Camine rumbo al espejo.

Me lanze al revés, un aire pesado.

Me adentro al paralelo mundo.

Y me encontré con mi gemelo.



Soy un poeta jovial.

Cansado de caminar,

Por las sendas de las pruebas.

¡Déjenme descansar!



Soy un poeta galán.

Sentado en mi fiel Partizán.

Es mi caballo alado.

Es mi fantasía final.




¡Con las manos limpias!
Viernes, 27 de agosto de 2010 a las 13:53

¡Que injusticia!

Inocente me declaro.

Y el rencor suicida.

Realza lo contrario.

Y caigo en la sin salida.



¡Con las manos limpias!



¡Que injusticia!

Culpable ante los ojos de un juzgado.

Verdugos apuñalan mi libertad con risas.

He sido de por vida condenado,

En un vacío triste de mi conciencia.



¡Con las manos limpias!



¡Que injusticia!

El de un tirano culpable,

De un pueblo empobrecido.

Y a la hora de ser juzgado

Lo absuelven por envejecido.



¡Con las manos limpias!



¡Que injusticia!

Para un santo.

Que fue ahorcado.

A la hora sexta.

Y fue atado.

Desde las muñecas

Hasta la cintura.



¡Con las manos limpias!



¡Se hará justicia!

La paz que se anhela,

En el mundo por corazones

De niños inocentes.

Por culpa nuestras guerras.



¡Con las manos limpias!







Tierno Suspiro.
jueves, 26 de agosto de 2010 a las 12:58

Los ojos de la muerte.

Brillaban y entrelazaban.

Sus espesos tentáculos.

A mi alrededor.



Grilletes de suspiros.

Acariciando las ternuras.

Que meditaban.

En un adiós.

En un amor.

Que no nació.



Tal vez, solo tal vez.

Un día.

En la noche.

En la tarde.

Seguiré caminando

Por este paso,

Con este letargo

Desperdiciado.



Ceder antes de agonizar.
miércoles, 25 de agosto de 2010 a las 15:37

Ceder antes de agonizar.

Recrudece después que la ira,

Queme la piel, como al papel.

Voces descienden al destronar.



Al filo de la esperanza ciega.

Se acerca el final mortal.

Con tu rostro de niña virgen.

Consuelas aquellas agonías disolutas.



Mortajas y sedimentos.

Envuelven mis palabras,

Diluyendose en tus fibromas.

Han triunfado, baladros portentos.



Cede la agonía de tu vientre.

Destruye su fruto y su fuente.

Antes de que nazca el hijo de la ira.

Víctima descarriada, su temor destila.



Montes arden apagandose, consumidos

En sepulturas sin nombres, aun no dormidos.

Esfera celeste, caminante de horizontes equilibrados,

En un sable sin filo, abismo donde nací en pedazos.



La semilla de la muerte da vida

A las sombras que emergen sin fin

A la luz, sudorosa, de una luna gris.

Una gota negra recorre su salida.



Inundame, ajeno a tus lujurias.

Desatame, disperso en agonías.

Aniquilame, vuela para no volver a caminar.

Ciñeme de nostalgias, somos ilusas fantasías.



Alcanzame, ritornelos apasionados han de terminar.

Leeme como aun libro cerrado, dotado de emblemas.

¡Ermitaño, pule tu solitario caparazón!

¡Soledad, imprime tu arbitrariedad!

Ámame, forja y clava semillas sangrantes

En mi reloj, cosiendo manecillas palpitantes.



Hazme una cicatriz,

Que solo pueda dolerme,

En mis pesadillas.

Aislado con quimeras.

Cede la ira antes de fluir

En pilares hirvientes.



Ceder antes de agonizar.

Dejare el ultimo consuelo,

Aminorando el aliento.

El exilio juzgo el fruto,

Encarcelado, abandonado.

Carcomido y pulverizado.




Amor de Hilos.
miércoles, 15 de septiembre de 2010 a las 19:28

Amor de hilos.

Amor de suspiros.

Seca la mano,

En el antaño.



Amor al delirio,

Amor de exterminio.

Vientres sollozando ternuras.

Palideciendo con asperas pesuras.



Jamás las olas se dejan atrás en nuestros corazones perplejos.

¡Oh ámame! Ámame y dejare de sangrar el aliento retenido.

Hado recítado por? caricias en mi piel y floresera en gratos olores.

Amor, inquiero un toque de tus labios al despertar, algo vivido.

Nunca saciare tu tierra virgen, entregándome en mil pedazos.

Anhelo tus baos de rosas y retornas al encuentro, días y noches.



Olvidemos que ha amanecido.

Desmesurado las esquinas.

Atormentados por gemidos.

Al roce de soplos de los dedos.

Propensos a las caricias sudorosas.



Amor de hilos.

De seda y pabilo.

Cada enredadera tiene su higuera.

Desconosiendo su blanca lana.

No sangran sus raíces.

El blanco de esta hoja,

El rojo resalta su origen.



Hoja, tallos viriles y nidos.

Las rosas sin espinas.

Verdes gusanos tienen.

Amores de hilos finos.

Las copas de vinos,

Embriagan amores unidos

Seduciendo al ingenuo niño.

Es un secreto de pactos y anillos.



Amor de hilos.

Entrelazan la mayor

Declaración de amor

A una mujer, es aquella

Que no se dijo, por aquel

Joven iluso que guarda

Su sentir, es por que es

Propenso para amar

Eternamente en el silencio.



Llevando a cuestas su virgen piel.

Donde los otros amores de hiel.

Renuncian al amor sin descuidos.

Esto es un amor de escritos desconocidos.



Autor: El CaminanTe.




Soles en eterno desierto.
Martes, 24 de agosto de 2010 a las 13:25

Acorralado, dispongo de agua salada

Que emergen de mi frente talada.

Acorralado, sediento de agonías

Pasadas de vidas aniquiladas.



Soles en eterno desierto, envuelven el día

Y la noche en un solo suspiro seco arenoso.

Soles y desiertos, desterrado

Y amargado, desolado en lejanías.



He amado el intenso frío excandesido,

Por el toque de tus dedos,

En un instante por mi espina dorsal.

He odiado tus besos calidos que suturaron

Heridas sobre heridas que se volvieron sal.



Déjame volver a caminar,

La noche me alcanza

Y no me deja correr.

Déjame volar, el día me detiene

Para ver el amanecer.

Llovera polvo de estrellas en el desierto.

Las calaveras sonreirán bajo el bólido

Crujiente que mengua sombras en los oasis.




Descarriada Oveja Negra
Martes, 13 de julio de 2010 a las 15:14

No tengo el don para sanar
pero si tengo el don para perdonar
olvidando a todos en el eterno olvido
sediento de paz y amor.
desconsolado y perdido.

Buscare un escondrijo
donde no puedan hallarme
para que no gruñan las verdades
y realidades que vivo a diario.
La ira acumulada he de vomitar
en las sienes y rostros de los
desprecios indeseados.

No ahí besos, ni abrazos,
ni felicitaciones, no existe el amor
vano que me consuela.
No podrán opacar el desaliento,
la soledad, la infelicidad,
la ira, el rencor, el perfecto odio,
a los recuerdos, mentiras verdaderas,
desgarrándome con sus quejas.

No justificare algo que no quieran escuchar,
tampoco los escuchare.
Aunque nunca los escuche.
He guardado mi silencio por mucho tiempo
y estas por mucho mas.
No intentare persuadirlos de todas
formas hallaran palabras vanas
para contradecirme en mi defensa.
Palabras engañosas a mis oídos,
ninguna verdad se a dicho.

El que vive su vida tiene su perspectiva,
caerás y te levantaras.
¿Que fracaso se ha convertido en éxito?
Todos los fracasos se vuelven éxitos.
No quiero mirarles a los ojos, sin excepciones.
Por el bien de aquellos que aun
no se cansan de mi presencia,
les doy el mejor consejo.
Apártense, considérenme sepultado
como aquel anhelo que enterré en mis poemas.
Como si hubieran pasado milenios bajo tierra.

He sido el primero en hastiarme
de los ataques a mi fe y visión de éxito.
Dejen de empujar el hecho asía su fin,
que producen lo contrario,
eso es lo que no ven sus ojos, ciegos de fe.

Ultimátum, es mi firma en palabras.
Es mi ultima lucha.
No pienso restregarles
mis verdades y mis éxitos.
Dolerá mas cuando traguen palabras y
no halla vía de escapatoria
para desahuciar mis éxitos futuros.

Los veré de lejos y me verán igual.
Los guardare donde mi corazón rompió
el ultimo pedazo de memorias felices.
Les declaro el amor que queda para ustedes
su descarriada oveja negra.




Hierve una vez más la ira.
Domingo, 02 de mayo de 2010 a las 14:15

Hierve mi sangre, sentado en la sima de reyes caídos.
Caribúes libres vagan al viento calmado, a mí norte.
Hierve mi interior y demonios vivos desposeídos.

Hierve la ira, en mi frente sangrante.
Águilas ciegas talan copas de vino tinto.
Cadenas rotas iracundas eran mi rito.

Hierve el fruto y una vez mas la ira es ardiente.
El perdón y el pecado son el hibrido
De una mentira con la verdad.
Es la razón que hierve mi ser corrido,
Peleando por la libre libertad.

Hierve el grito de mis ojos en noches
Estrelladas de gemidos inaudibles.
Me carcome el vacío hirviente,
Aplacando los dolores invisibles.
No mires a mis ojos con tus reproches.

Hierve el amor tácito libre
En nudillos incondicionales.
Una fuerza exterior abre
Estas emociones terrenales.

Al final de cada camino pedregoso, nulos,
Encontrare la roca en el río petrificado
De corrientes y llantos purificados.
Aunque hiervan sombríos delirios pasados.
Dejare atrás la ira injusta en hirvientes nudos.




Nidos solitarios.
miércoles, 28 de abril de 2010 a las 19:04

Nidos solitarios se desmenuzan,
Hilo tras hilo.
Niños solitarios crecen,
Con un amor platónico,
Año tras año.

Hombres mueren en guerras vanas.
Por millares y los recuerdan como héroes.
Por estadísticas y conteos en vano.

Mujeres dan a luz y pocos expiran sin nombre,
Sin padre, sin conocer la mirada de su madre,
Sin ver el sol, sin tener su primer amor
No correspondido, sin decir adiós.

Un anciano es como un nido que hilo tras hilo
Se desmenuza su memoria.
Pero año tras año se vuelve más sabio.
Es como un niño recordando sus amores de juventud.
Es como un hombre que no dejo de ser héroe
Por salvar a su hermano o a cualquier extraño.

Un anciano nunca pierde la luz de sus ojos,
Hasta su último amanecer.




Exilio de mi exodo.
Martes, 13 de abril de 2010 a las 1:26

Esconderé misterios desordenados
en mis tormentos de memorias
vientos de sabiduría muerta.
Volvería a empezar todo lo caminado
si nunca hubiera cometido pecados.

Quiero volver a nacer en lunas crucificadas
caminar donde ni el sol de sombras.
Resbalarme en senderos perdidos
que me dejen desmembrado.

Doliente niño en su vejez consumado
vertiente de caída libre sin infinito en duelo.
Dulce dolor que carcome los rencores.
Libertad rasgada por centenares.

Gime si en tu vientre lleno de fibromas aun existo.
Solamente decidme que estoy vencido y perdido.

Sales a lucir cuajadas hendiduras
que brotan de tus ojos, no son puras.
Pudriéndose en palabras de odio y amor.
No me diluyas.

Solamente decidme que deje de existir,
y que vivo en tu cuarto plano
del eterno olvido.





Eterno olvido.
Lunes, 12 de abril de 2010 a las 9:18

¿Donde comencé a caminar?
Sin tus manos como guía
Y tus afectos como rapiña.
Mi fiebre no curabas,
Y a la sed materna, profanar,
Con tus baladros.

Olvide y perdone.
En los días de mi niñez
Tu semblante, tu vives.
Tu matriz y mi cerviz.
Lamente desgarrar mis ojos.
Uno por uno, solo son dos.
Perdone y olvide.

Te llore con uno ojo.
Fue porque te perdí.
En el eterno olvido.
Pero no te llore con el otro ojo.
Fue porque me libere de ti.
En el eterno olvido.

Olvide que eras el cielo que me nutría.
Dormí en la tierra que me cosechaba.
Arena de rencores y sal con desidia.
Me robaste la confianza invaluable.
Vegetaba en la sucia habitación deplorable.
Y la apariencia pueril dañina que denotaba.
Era de un indigente con un hogar cuarteado.
La pena y mas el dolor en si sembramos.

Perdimos nuestras cuerdas umbilicales.
Nos intentamos matar con ellas.
Nos ahogábamos con la matriz, íntima raíz.
Sangre de mis venas, sangre por los ojos.
En noches que no escucharon mis halagos.
Y gemidos que perduraron por días radicales.
Dejémosle vivir, cuando la boca llena de moscas,
No le dejen gritar, hijos de sordos y corazón en sellas.

Suplicante en tu penúltima edad, dando tumbos
A tu indigno pudridero, desconsuelo materno,
Pesara eternamente pesara, en tu vientre tres veces.
Pero solo uno dejara en el eterno olvido un perdón.




Secreto recóndito.
miércoles, 03 de marzo de 2010 a las 16:35

¿Dónde se esconde el tiempo?
He vuelto a ver en las lejanías
Mares de pensamientos y agonías.
¿Dónde dejaste tu semblante pálido?
Dibujado en manos poetas y nacido.

¿Dónde explota el tiempo?
Refleja tu misericordia durmiente
Marcando al corazón enamorado y doliente.
Minas de palabras no pisas, quieren explotar
De mi boca, por recelo a la verdad reventar.

¿Dónde duerme el tiempo?
Esconderé en los parpados el naciente sol.
Sepulcro rodeado de espinas y girasol.
¡Es un duelo sin rival, ni rebeldía!
Dime si interpretaras mis anales cada día.

¿Dónde medita el tiempo?
El secreto recóndito no revelo, sin mis huesos,
No medito al sonar de las voces huecas, sin credos.
Terminare mi historia despachando las alegorías.
No tengo tregua ni salida, el reloj medita sin manecillas.




El sueño del Creador.
miércoles, 24 de febrero de 2010 a las 20:37

¡Si algún día despertaras y sin mi tu no estarás!
¿Qué sería de todos?
Un sueño irreal, una idea pasajera, un sin fin de nada.
¿Qué serias tú?
El motor principal del todo y la nada.
Principio y fin, simulados en tu entorno acobijado.
¿Dónde nos guardas cuando te estremeces?
¿En la hora del bostezo aprietas o entreabres tus ojos?

Cuando la comezón inquieta
Comienza por la barbilla
Y termina en la mejilla.
El pudor con sudor no te aniquila
El soñar con el mundo que se mueve lento,
Lento y más lento, solo la humanidad en velo,
Se limita a controlar su entorno.

Duerme mejor duerme.
Que cuando llegue el día de tu despertar
No estaremos preparados,
Ni estaremos a tu lado.
Estaremos debajo del manto,
De tu seno, de tu almohada.

Tú creaste tu espejismo primero.
Luego a nosotros al tratar de despertar.
Y cuando la pesadilla termine,
Dejaremos de ser tan malos y tan buenos.
Y solo quedara una baba seca,
Consumada, en el cuello y en el suelo.


Autor: Roy Morales
24/2/2010





Eromistico.
Sábado, 03 de octubre de 2009 a las 17:17

Duerme en la inocensia de la esencia
cresiente de tus timidas aureolas,
tus pomulos se dilatan al asercarce
dulcemente al pistilo en celo que
tambien duerme al compas del silencio.




He deseado.
Lunes, 12 de julio de 2010 a las 10:05

He deseado fallecer.
He deseado dañarme.
Pero si me atrevo a lastimarme,
Mi alma puedo perder.

He deseado largarme,
Por siempre a la eternidad.
Para encontrar algún día esa paz.
Quiero descansar en eterna soledad.
Aun así, he deseado perderme.

He querido subyugarme,
Al control de mis deseos.
Apaciguar todo lo que he sufrido.
No hay persona alguna,
Que tenga la culpa.
De lo que he vivido.
Y yo no tengo la culpa
De lo mal que he existido.

He guardado en la profundidad mis anhelos.
Pues ninguno respira o se ha realizado.
Tengo miedo de perder lo que poseo
Prefiero tener amor y mucho consuelo.

He deseado viajar a la grandeza
De los ojos de Dios, en un bote sin velas,
Sin remos, ni donde flotar.
He deseado verlo solo una vez en vida,
Para agonizar con su rostro en mis ojos
Y el último pensamiento sea solo Él.


Autor: Roy Morales "El Caminante"





Alada voz.
miércoles, 14 de abril de 2010 a las 21:28

Cielos grises curtidos y embalsaman divinas tentaciones.
Pecados sellados por caminantes, expiran animales sapientes.

Perderé, perderé el sendero en donde duermen los búhos
Con su bosque petrificado en mares de gemidos mudos.

Dime, dime si volveré a caminar el océano de silencios.
Ayúdame a no perderme y bajar a los paraísos tibios.

Alada voz impregnada de truenos, tiemblas el cimiento mortal.
Virtud redentora aplacas la perdición y la muerte inmortal.

Buscaré y alcanzaré la gran Roca,
Y tallare sellando en el mi boca.

Alada voz, rebozando de rapsodias, adopta un etéreo caparazón.
Renaciendo y surcando libertades, reformando hombres de barro.
Una mano templada en la meca, del trono marfil, rompe el tazón.
Restos se funden una copa revestida de luz, justicia de Armagedón.

Mano templada y voz alada, símbolos níveos del principio.
Abrirán las puertas nacaradas de piedras admirables y silicio.

Coronaré y subiré, me guiaran los níveos, mano templada.
Contemplaré y escucharé, me guiaran los símbolos, voz alada.