Powered By Blogger

viernes, 17 de septiembre de 2010

¡Mi flor de estrella!

Subtítulo
Fuerza Interior

¿Dónde esta esa fuerza de mi alma?

Se encuentra sola, desolada.
Sin nadie, mi alma está tan solitaria.
Sí, solo estoy, con mis tormentos.
¡OH! ¡Este tormento en mi alma!

Hoy no puedo ver la luz que busco.

Un camino que encontré y la oscuridad,
Desvanece la senda, mi alma necesita urgente,
De otra alma que me ayude a encontrar,
Aquel sendero que busco con desespero.

Esta alma será de una naturaleza desconocida.

Para mí, ella es difícil de interpretar,
Con mis ojos su alma inmortal.
Es por miedo a perder la luz del camino.
La ayuda que tanto he clamado.
Solo podré ver los recuerdos, su físico.
Su amor por mí, olvidado.

Tal vez no ha nacido un amor por mí.

Quisiera encontrar en su alma los plenos y
Palpables sentimientos que desean salir.
Como si fuesen un nuevo nacimiento.
Una flor que antes estuvo cerrada,
Y con un rayo de luz.
De una pequeña estrella cercana.

Se convierte en la niña nacida de;

¡Mi flor de estrella!
Me da la esperanza de encontrar,
El sendero perdido, oculto a mis ojos.
Tengo el deseo de escuchar,
Su encantadora beldad, tu belleza.

Siguiendo el camino invisible por sus huellas dejadas,

Por cada pétalo y botón de una flor renacida de ella.
De ella nació una luz que me dejo perseguir.
Encamino mi alma al centro de su estigma.
Y poco y a poco, conocer al ser mas apasionada,
De mi ser oculto, encerrado en mí, el sentir.
Ella me encontrara y me sacara del tronco,
Tan viejo, que esta lleno de tormentos.
Fueron estos mis pensamientos:
Me convirtieron en un ser ermitaño.
Viviendo dentro de mis obscuras frialdades.

Mi flor de estrella sofocara todo sufrimiento.

Cualquier pesar, no me dejara perecer.
Parecen promesas de ella para mí.
Promesas y no cumplidas.
Solo son mis supuestas ilusiones.

Lo más importante para mí, es el amor

Entre dos almas y es ahí donde existe,
Un lazo de un purísimo sentir, nuestro amor.
Y él querer encontrar la esencia húmeda,
Que me da esa fuerza interior grabada,
Y perdida en mi alma.

Me hace creer aun más

En el hermoso eterno amor.
Y prefiero el amor puro, bello, serio,
Sublime, absoluto y verdadero...
Con toda la ilusión ¿por qué no?
La ilusión me ofrece todo lo que
Prefiero antes del amor.
De un verdadero y real amor
Que se encuentra en cada alma
Que ha visto con su corazón.

Mis visiones, mis sueños, mi flor de estrella.

No quiero sentirme triste por una razón
Esta flor de estrella tiene un colibrí.
Que la visito un día, la halló primero.
Él siempre tiene posada en su hombro, cuello y boca.
Además cerca, muy cerca de su corazón.

Pues perdí aquel corazón,

Por no llegar a tiempo y aguante mi dolor.
Los escucho y veo, no sé si se aman,
Tal vez ya no se quieran.
Pero la duda me atormenta,
Al no asegurarme sí, sienten amor.
Quizá la conquisto para siempre.
Dudas y más de esas dudas.
Que me atrapan y me envuelven,
En la desesperación, me quitan la cordura,
Esas dudas, no están tranquilas, no estoy aquí.
¡No estaré ahí! ¡No puedo más!
No quiero ver mas a mis dudas poniéndose
En mi cara, frente a frente, a mis ojos,
Frustrándome con la verdad, si es que lo es.

Él toma un pétalo y ella toca una de sus plumas,

¿Lograre estar en paz con mis sentimientos?
Cuando dejara de doler, solo pienso en:
¡Mi flor de estrella! Es la que me guía,
A su luz, por que es mi encariñada...
Mí encariñada flor... como una estrella...
¡Mi flor de estrella! 

Subtítulo
Recatado Romance

Dame una vida, un amor,

Un eterno amor, que sepa descubrir.
Sé que la veré algún día.
No te podré tener ahora.
Sé que tienes tu armonía,
Tu jayán, tu pareja.

Pero si es, un error de mi parte,

Al creer de ti, tu alegría vive con otro,
Entonces, esperare el mejor momento para llegar a ti.
¿Estaré solo para siempre?
¿En este lapso de tu recatado romance?

No quiero, que esa sea mi respuesta,

La más sincera, tendré que esperar,
A que mi osadía intente usar él abandono,
El olvido de mis pesares sí, a mi amor no.
Nunca ocurrirá, nunca crecerán las aflicciones.
Hundiendo todo sentimiento,
Que he reunido con el alma.

¿Tendré que olvidarte?

Por suponer que ilumina otra luz para ti.
La has ocultado de mi vista.
La duda que tenía en el pasado,
Fue respondida por la luz de tu mirada.
¿Qué tendrás por siempre?

Él ilumina tu senda y él,

Asía la presencia de ambos.
La altura que hoy tú tomases,
A tu paraíso sin regreso,
Es para mí un livor.
¿Por qué te fuiste con él?

Tengo mis ganas de destruir,

Con mis propias manos este dolor.
Sé que podré, estará ahí dentro.
No saldrá hasta que se cumpla, mi anhelo,
Quien no pueda con un pesar así,
Es por que no lucha, cobarde, así no quiero ser.

No saldré del espacio, el sueño, que construí.

Donde guarde el regalo que quise,
Que abrieras, ahí guardo el más puro sentir.
Palabras consagradas para ti.
¡Escúchalas! Aún siento confusión
¿Será un sentir pasajero o amor verdadero?

- Sé la respuesta -


Sé que te quiero pero no me

Escucharas decírtelo pronto.
Hasta el momento adecuado para mí.
Mas para Dios que espero respuesta pacientemente.

¿Dónde queda la flor?

Esta en su Edén, mi flor de estrella.
Ella es a quien descubrí, en una noche despejada,
Con una sola estrella iluminando la única flor,
Pequeñita, parecido a un precioso botón entreabierto.
Con sus anteras casi afuera, no la tocare, no me atreveré.
Tengo miedo de lastimarla, pero no quiero dejarla sola.

Entonces estaré cerca para cuidarla, cuidarla de esos seres,

Obscuros, que pretenden dañar toda belleza que vean.
No ocurrirá nada de esto,
No se lamentara mi mano
El de detener las malas cizañas.
No los dejare dar ese paso de destrucción.
Y sí tu colibrí es cobarde.
Te dejará sola y te lastimaran,
Por culpa de él o si el se atreve.

Tendré que tomar mis decisiones

Con respecto a cualquier daño asía tu flor.
¿Pero y si me acobardo?
Por mi voluntad obligada, lo haré.
Haré lo que mi conciencia me dicte.
Haré lo que mis sentimientos me encomienden.

A mi flor de estrella jamás he de dejar sufrir.

Ni por mi culpa o de otro ser capaz
De ocasionar una tristeza.
A mi flor de estrella, a mi virgen de amor y sol.
Jamás he de dejar solitaria en ningún desierto.
Y he de estar con ella por que es,
¡Mi flor de estrella!

¡Y si desaparezco!

Por intentar defender a la única flor de estrella,
Existente en este nacimiento nuevo en su virtud,
Respetare su independencia.
La libertad que ella ha obtenido.
Será una estrella por siempre,
Y una flor del oriente.
Un alma inmortal en el poniente.
Mi flor de estrella te concedo,
Mis sentimientos más puros.
¡La verdad! ¡Mi amor por ti!
¡Mi flor de estrella!  

Subtítulo
Nacimiento del amor

Hoy he visto un nacimiento, desde adentro.

Por fin he escogido lo adecuado
Para él valor de mi ser aislado, de lo que siento.
Lo que siento añorar, día y noche.

Mi anhelo y mi ser se sienten unidos por los sucesos

De un primer amor, por sus visitas.
¿Adónde me ha visitado?
En el propio dolor, para ser feliz.
Un día sabré quien rige en mí,
Con los verdaderos diluvios
De sentimientos descontrolados.

Sobrepasando el alma inquieta

Por hacer correr el velo de mis ojos.
Y veré el nacimiento de todo.
En todo su principio del manantial.

Quiero designar en su nombre

Otro nombre que yo recuerde.
Así como a los días y las noches.
Nunca más serian elementos apartados,
Ni separados, por ser diferentes.
Como ver el alba al amanecer
Y la total oscuridad de las tinieblas.

Soñare su nombre sin olvidar

La vida eterna que tendrá su nombre
Después del primer día en esta tierra,
La tierra semejante a mi espíritu.

Llego el día descubriendo una naturaleza viva.

Destella un nombre al igual que una estrella.
Tan viva que enciende a la vista por su color.
Suponiendo ser una flor.

Así, ella crece como si fuese

De una flor y una estrella.
De la flor, su pistilo en celo y
De la estrella, su centro lucido,
Que es su virgen corazón.

Por fin mis manos dejan

Al viento a un sol naciente
Que mis ojos vean
Aquel Belén creciente.
Su nacer dentro de mí.

¿Será el viajar a una fantasía?

Retornando a otra
Bienaventuranza.
Ahora me voy al oriente
Del que es hoy:
¡Mi flor de estrella!

Subtítulo
Virtudes de Estrella

Todo empezó, por un acontecimiento,

Fue después de tu nacimiento.
Un sendero al oriente, al amor,
Al dolor y a la felicidad infinita.

Pero a la vez me siento incapaz

De poder decirte con mi boca
¡Quiero estar contigo!
Como será, que sentirás,
Si cuando llegue tu turno
De apreciar al buen amor,
Todas sus advertencias.

Así, cuando ellas me rechazan.

No me corresponden las tentativas,
No tengo experiencia para el amor.
Esa es mi aflicción, el dolor.

La angustia no me ayudara,

Pero no me dejo caer en la depresión.
No soy lastimero, como otros.
Que buscan aparentar ser víctimas.
Para ser consolados por una mujer
Que fue engañada por falsos sentimientos.

Falsos también hombres y mujeres.

Que buscan lo suyo propio.
Solo sigo a Dios y le digo
Te espero por siempre,
Hasta que estés listo,
Para cuando me cumplas lo cumplido.

Pensé una vez; ¿Tu tierra, será estéril?

¿Qué no podías enamorarte, de un hombre?
¿Qué no querías conocer el amor, en tu primera vez?
Solo al visualizar dentro de tu flor,
Que aprecie como un fulgor.
En medio encontré un campo y
Un camino lleno de estrellas.

La verdad, no podía, no quería,

Dejar de ocultarme en este
Caparazón de timidez.
Es mi arma, para probar al tiempo,
Para escudriñar los secretos.

Pasan días y mientras más te frecuento

La capa de timidez se hará más fuerte
Y resistirá si tú no logras descubrir
Cual es mi dolor.

¿Muero por decirte que te quiero?

No, no es mi objetivo primordial.
¿Pediré ayuda, acaso ayudara en mi dolor?
Tal vez, pero si solo te naciera del corazón.
¿Seria suficiente para mi felicidad?
Y si es mi finalidad te diría todo esto:
Corresponde a mis preguntas primero.
Para luego ganar, mi corazón solitario.

Seguirás siendo mi flor que he cultivado.

Y en la raíz estuve, dispuesto, para alcanzar
La única luz que recibía, era el amor.
Amor en apariencia de estrella.
La que me guía a la senda de tu Belén
Deseo no perderme, no equivocarme
Si eres ¡Mi flor de estrella!
Sabes quien soy,
Búscame siempre estoy,
En compañía de soledad
Y su alteza la tristeza.

No tengo miedo a estar solo.

Pero sí, humanamente solo.
Como lobo aullador,
Al compás del brillo de una luna.
El miedo al no haber aprendido a amar,
Sí, le estoy con temor a diario.
Si quisiera no aprender amarte tendría
Un desamor para quienes me quieren
Y no seria justo de mi parte.
De mi buen sentir, el humano que soy.

Acepto el de obtener todas las virtudes

Que me faltarían para poder amar.
Fe, esperanza y él más importante
El amor, sino fuera por la existencia
De ellas, más que de ella.
¡Mi flor de estrella!  

Subtítulo
La felicidad en la verdad

La felicidad es solo para dos

Y para muchos que desean ser
Dichosos en toda bienaventuranza.

La bautice como una gran flor.

Aunque halla visto cenizas a su alrededor.
Por su pasado, todo ha sido perdonado.
Aun seguiría siendo mi flor de estrella.
Que no agoniza ante nada,
No por mí logra sobrevivir.
Es más por nuestro Padre.

Sé que de todos los abismos

De este engañoso mundo.
Que existe solo uno,
Él mas profundo y ninguno,
Seducirá la vida de ella,
Como una esclava.
Aunque este marcada,
Por el pecado que mancho su piel.

A pesar de todo esto,

Ten por seguro, de estos,
Errores, perdonada estas.
Profesare hoy que serás.
¡Mi flor de estrella!

Si eres feliz estando solo bien por ti.

Estando lejos de alguien que amas
¿También lo serás?

Cerca solo rozando tu hermosa cara,

Con manos abiertas, eso quisiera.
Nunca supe decirte estas palabras.
¿Por qué? Eso no lo sé.
Que pasaría si tuviera ganas
De llorar, quien tendría la culpa,
Seria por causa justa.
¿Es acaso un carácter ridículo?
¿Para desahogar alguna pena?
Encontrare la verdad.
¿Quién me quiera?

Prefiero ser el primero

En dar cualquier paso.
Demostrare con mis palabras
Y acciones, los deseos,
Amigos de la felicidad.

Vez una vez la estrella fugaz

Esta noche me vistes a mí.
No son ordinarias para ti.
Igual vi que entro a tu flor.
En la noche de nuestras bendiciones,
Al escuchar todas las oraciones.

Yo pedí a mi Padre

Que fueses tú, pronto, la única
Joven que no me hiciera sentir
En la soledad
Una hermana en Cristo
Y en la verdad.
Que seas feliz siendo
¡Mi flor de estrella! 

Sutítulo
La Semilla

Si he cambiado, en lo profundo he cambiado,

Todo ha cambiado desde adentro,
Aun se repite el mismo dolor,
Siendo una historia que en su final
Se descubrirá si llego a ser feliz.

Me he fatigado y llorar no será una acción,

Para adquirir lo que reclamo, si le alcanzo.
Aun no, por que la retengo, con mis propias manos.
Si he cambiado, siguiendo al dolor,
La pena vigente en el corazón.

Más grande que tu amor y veo, para mi no es.

¿Por que? o ¿Por qué me pegunto por mi dolor?
Esto termina en lo de siempre, nada corresponde,
En esta sola habitación, es un cariño
No correspondido, no ideal, ni siquiera
He podido saber si es real,
Tu recatado romance con el colibrí.

Hoy vuelvo a mentir y a mentir.

Nunca seré tu jayán, digo que miento
Por que tal vez si llegases a que
Sé de la oportunidad de corresponder
A mis preguntas, del niño que soy.

Alma dolorosa, pedazo de gota, su lágrima ha caído.

-Busco quien se apoye en mí, para protegerle.
-Busco a alguien en quien apoyarme, para sostenerme.
Que logre querer al menos un poco de mi perdón.
Para que destruya la capa de frialdad.
De su benignidad, todo frío y duro está.

Como si no supieran la sed de amor que tiene,

Por no ver lo ciego que está.
Si muere por dentro, que pasará,
De todos los sentimientos que Dios resaltó en mí,
Están siendo carcomidos por malos entes y
Pesares terrenales, nada es más horrible,
El de creer que te devorasen todo,
Y tus gemidos son inaudibles.
Mucho es el dolor que te atormenta,
Y que uno mismo lo alimenta.

Tres días parciales fueron, que en mis manos

Estuvo la semilla, así sabrás que eres tú.
La semilla que por largas semanas
Le preste a tus manos, para comenzar a idear.
Para cuando la semilla sea para ti.
Quise que le hicieras crecer debidamente,
Espere mucho para volver a verte, no fue así.
Como quisiera que en los cuartos de tu hogar
Visitaran las palabras escritas, que más aprecias.

En el atardecer veré crecer la semilla.

Esperando sus frutos ¿Qué cosas me enseñará?,
¿Que alegrías me dará? ¡Injusticia y crueldad!,
O amores de juventud y compañía celestial.

Que si el dolor me atrapa

En el engaño de cultivar en mi semilla,
Todo el mal y perdición.
¿Crecería el dolor y falta de amor?
¿Cosecharía desesperanza y no la esperanza viva?
¡Que aun sueña de día y duerme de noche!

Sueña que tú me saludas desde el pulpito.

Predicando al amor, el amor a Dios ¿Qué será?
Sueños que me dicen espérame y me voy.
A de ser mi subconsciente, he escuchado,
De tú boca, en sueños, que me amas.

¿Pero como? Si tú tienes la armonía de vivir acompañada,

O no armonizas de verdad la canción que te cantan.
La semilla es como un sello, es una frase sellada
En un papel que dice:
¿Me quieres y estas enamorado?
Si has de responder pronto, fuera total ilusión,
El de estar enamorado crece con el tiempo.
Y es solo entre dos, en uno solo y en pensamiento.

Aunque el árbol halla caído muerto, al suelo.

Aun queda viva la semilla.
Con agua y luz hace crecer toda vida,
La procreación es del hombre y soy un hombre.
El viento ablándese la tierra y el agua que le acompaña.
Vierte vida en cada semilla, el líquido besa mis labios.
Pero yo no sé besar. Ella, me beberá a mí.

Me ruborizo al pensar que un beso con amor,

Provocaría placer en labios inexpertos.
Yo no sé besar en tus labios,
Los pétalos de una flor.

Al final sabré como he de aprender,

El arte de amar, podré llegar a obtener valor
En cuanto más té frecuente, diariamente.
Hipérico de pureza, sabia, dulce.
¿Qué otro hombre logro ver de ti, lo que admiro hoy?

Si otros ojos se adelantaron en poner

Un interés en ganar tu amor,
Pues que sea el mejor que Dios escoja.
Nadie puede decir que le perteneces.
Solo por que puedan sentir,
El deseo de adueñarse, con todo el derecho
Que tú no has dado por enterado.


Ha de ser mutuo, ni él primero

Ni tu tampoco, sea un sentir de los dos.
Aunque no lo sepan, al final,
El hombre hará, que lo secreto salga a la luz.
Con sabiduría, se emplea el amor,
Total viceversa será difícil, por igual.

Me acompaña a mi diestra,

Mi encariñada niña que destella,
Luz propia, de su vida espiritual.
Pudiente la fuerza adquirida por el puntal.
Su soporte es y siempre será.

Es bella la flor, fiel de estrella,

La pequeña niña traviesa
Juguetea libremente, entre mis manos.
Quiero la eterna unión en vida
Esto para mí es un anhelo.
Querer darles a mis futuros frutos,
Una familia unida por siempre.
Por amor a Dios Padre.

Al final de mi historia he de encontrar

La semilla, la unión en vida,
Mis anhelos realizados.
Todo hallare a su tiempo determinado,
Pero pronto, muy pronto el final es bello.
¡Mi flor de estrella!  

Subtítulo
Fiel Estrella
El Final

Rosales alegres, ríen en su juventud, anhelan una bella estela vestida.

Una virgen, rodeada con flores de estrellas, así como La Venus.
Taciturna alma materna, en la esencia de un amor, llena de luz.
Húmeda, por un cielo muy azul, en la noche desnudada.

Esbocé, pues sus largos y negros cabellos al flotar, como orlas.

Suaves y delicados son, definiendo así, la hermosura de su piel.
¡Timidez que no me dejas acariciar los bustos de emblemas!
Haciendo de mí un cobarde en presencia de mí estrella.
Escondes en su totalidad mi valentía ¡pues no más!
Retoños dulces, en su plenitud con adoración, son sus labios.

Cada botón, no crecido, las rosas y su racimo, dicen; soy digno de ti.

Amanecen estas entre tus manos, blancas y pequeñas.
Sardónice es la estrella, regalo como roció en tu virgen
Tierra querida, que espera el tiempo de la vendimia.
Invades mi alma como el agua viva, en la eterna tierra prometida.
Lluvia copiosa, derramas a cantaros las virtudes de aquella estrella.
¡OH! Fiel será la compañera si, en su primera vez, encuentra el amor de él.

¡De un virgen corazón! ¿La encontraré?

Ella es de Dios, sé que en todo tiempo Él le cuida.
¡Le esperaré en la cima de la victoria!
¡Encariñada flor en donde estas! ¿Eternamente esperaré?
¡OH! ¿Tendré que conquistar la tierra virginal?
Nadie arrebatara mi promesa pues cumplida está.

¡Quiero estar contigo!

Es más fuerte el sentir que el callar.
Nunca volveré a mi pasado,
Nunca retorno, aunque persiga el anhelo.
Lo que quiero es el deseo de la mujer,
Y la mujer desea lo que quiere el hombre.

Cada día iniciado y finalizado,

Logras infundir alegrías a mi alma,
Recuperando toda fuerza interior,
Con solo sentir tu amor mi Dios.

La agonía de recordarte

A cada momento es: Pasiva.
Así he de contenerme en paz.

Permaneciendo en la

Esperanza y la fe,
Hasta el último amanecer.

Amor que mata el temor

Y siembras un llanto alegre,
Amor, tu me das libertad,
Por gracia de Dios, vivifícame y sálvame.
Quiero ser perfeccionado en el amor.
Nosotros amamos, porque él nos amó primero.

El arte de amar es quererte más,

Pensarte, soñarte, decir tu nombre a solas,
Y al hablarte, mirar a tus ojos sin miedo.

Otro arte de amar seria

Besar, no por placer o con placer
No es lo mismo, que con el derecho
Correspondido, esto espero con impaciencia.
Aprender a besar con amor.
No tengo el afán apresurado de encontrar
Quien llene el espacio en mi mocedad,
El de vivir acompañado por la soledad

¿Quién deberá estar a mi derecha?

¡Cuándo salga del templo!
¿Y quien debe estar a mi izquierda?
¡Cuándo este solo en el altar!
Un legítimo placer conyugal
Esto no es un afán carnal
Es mi anhelo espiritual
Nunca encontraría en ella un yugo desigual.

Que la primera y la última sea ella

Ninguna mas quiero conocer,
Pues quiero que sea mi estrella.
Quien de mis frutos y sean los retoños
De mi flor de estrella

En sus ojos hay tristeza, es el recuerdo de todo,

En aquel hombre, que encuentra el anhelo.
Que tiene aún los ojos melancólicos,
Es por que no aleja de su pasado,
El regreso de los recuerdos, le obligan olvidar,
Pero mira al frente, no se dejara caer, sin parar.

Vive al tiempo de un destino sellado,

Con la fuerza de este ser, antes de nacer
Ciego al creer escuchar mentiras.
¡Si mi flor de estrella existe!
Lo creeré de Dios, está es la verdad.
Por que proviene de Él.

Piensa en Dios y pensaras

En toda la verdad, las alegrías,
Las bendiciones, las virtudes, los dones,
El amor, el anhelo de vivir, de estar con Él.
Y mi flor de estrella tiene todo esto y más.
El amor que tú me das la retengo
Por que tú eres mi Dios eterno
Solo quiero estar hoy, contigo.
Hasta el amanecer de cada mañana.

Eres joven niña que acaricia

Aun la prematura juventud.
Quiero encontrarte en mi ilusión.
Poder ganarte con el corazón y en plenitud.
Pequeña niña, quiero seguirte,
Hallar el placer de aprender todo de ti.
Y todo esto ha de ser para
Un bien honroso y común.
Ven niña, aquí tengo la semilla
De una rosa blanca, digna de tu apariencia
De una flor fiel que nació dentro de
La estrella que nunca se apaga.

¿Cómo llegaré al centro de flor de estrella?

He de primero crecer, por que soy semilla fértil
En sentimientos puros y desconocidos.
Si me conocieras a profundidad, percibirías y
Agraciarías este corazón sensible y expresivo,
En su momento llegare primero a tu flor,
Que embellece la primavera.

Tú mi estrella fiel,

Tú mi fiel compañera.
Tú mi flor de la mañana
La miel que se derrama
Como las esperanzas y abundante fe.
Tú mi botón de rosa blanca,
Que se empalaga
Con la felicidad y la gracia.
¡Tú mi flor de estrella!
¡Tú mi eterna unión en vida! 

Verción X 

Subtítulo
La Reliquia (Ágata-Sardónice)

Reservado joven, guarda en sus manos la reliquia, sin malicia.

Obsequio que domina el anhelo de mi vida, la única estrella para mí,
Y tus racimos de rosas blancas que evocan ser digno de ti.

Créeme, quiero ser parte de tus amores secretos, a la luz de tus ojos.

Hallaré el tesoro guardado en el corazón de nuestro amigo Jesucristo.
Renovando el alma inquieta, en el día del llamado, al manantial.
Induciendo la perseverancia, para un bien común, en igual cornal.
Saeta, es el nombre del héroe que canta la fidelidad del Salvador.
Tonada al centro de mi espíritu tocado, quebrantado y purificado.
Indigno a los ojos de Él, pero contrito de corazón, pues soy seguidor de Cristo.
Amén por mí, déjame ser perfeccionado por amor, por que Él amó primero.
Nadie podrá llevarse cautivo la cautividad ¡pues quien más! Sí, solo Él.

Manos fuertes, mirada fija, semblante sereno, esperanza en sus ojos.

Obrando para bien y justamente, sin provocar para mal, sin envidias.
Razonando y analizando la situación a mí alrededor, con discernimientos.
Amando al amigo que me aceptó en su amistad, al prójimo, a mi familia.
Lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora, todo tiene su tiempo.
Es mi anhelo lo que quiero, la vida eterna en la tierra prometida.
Sembrando en todo tiempo, el amor a Cristo y las virtudes de mí estrella.

¿Galante y gallardo, yo? ¡Que envidia sobre mi propia modestia!

Alardear sobre mis virtudes y talentos es tener aptitud, pero siempre
Reservando todo de mí, por culpa de la timidez, que más puedo hacer.
Con pasión, imaginación e inspiración plasmo en la letra, mi don, dado por Dios.
Infundiendo alegrías para todos y aquellos amigos, como en mis propios dichos.
Amigos, yo soy un artista, un maestro que invoca más talento, con conocimiento.

Nuestro Dios-Padre me ha dicho:

Todo lo que tienes está en tus manos.
Aunque no lo veas, no lo dejes perder,
No lo dejes atrás y jamás lo destruyas,
Tu talento es bendición para tu vida.
Que mi ser te sea primordial.
Mantente dispuesto en todo momento.
Preparado al instante para luchar, sin afanar el alma.
Planea por anticipado, que tu libre albedrío
Sea mas libre, sigue mi palabra y guárdala.
Se libre físicamente y espiritualmente.
Porque desde adentro hacia afuera
Es el producto de un cambio total.

Además siento decir esto:

Mi agonía ¿Cuándo terminará?
No terminará, si aun no te veo, es que te deseo.
Prefiero vivir con mi Dios hasta él último
Momento de mi existencia en esta tierra.
No alejarme, nunca apartarme de aquella
Presencia que todo me lo dio.
Que todo sea como Dios quiera,
Como debe de ser, Él sabe,
Él siente qué anhelamos.

Dejaré que Él diga, me dé por aviso,

Cuando permitiré su entrada,
Con la esencia de su amor soñada.
Si, permíteme también saber con tu permiso,
Cuando y como llegaré a ella,
Que es mi encariñada flor de estrella.

Alcanzaré pronto su corazón fluyente,

En abundancia, ¡Dadivas de amor profundo!
Los dos con la felicidad bienaventurada.
Que más puedo anhelar y pedir,
Dios sé que estas mas dispuesto
En exaltar mi ser, que en pedirte bendición.
Aunque escuche el rotundo ¡NO!
Para mí será un ¡Sí! A ocultas
Por que de verdad soy correspondido.
Y digo ¡Al fin! Así me expresaré.
Es mi fe que me dice lo que será,
En mi porvenir, nunca creí
Que en mis pensamientos,
Estuvieras siempre presente
Hasta de madrugada, sí despierto.

Pienso en Dios y en mi flor de estrella añorada.

Que acaricia con ternura el rubor de mi mejilla.
Quiero verte presente, aquí conmigo de blanco vestida.
No tengo a donde ir, al centro del corazón no hay salida.
La felicidad es realmente para tener compañía,
Y una compañera es para compartirle todo mi ser
Y le apoyaré en todo lo de más.

El dolor y el sufrimiento existen

Para alejarte de los placeres que carcomen
La vida santa que te envician como esclavo.
Dios quita también lo que da y te ofrece,
Oportunidad para escoger, el de dar gracias a Él.

Meditando en Él, no ser egoísta, pidiendo por otros

Que te necesitan Dios, humanamente solo estoy,
Sintiéndome solo en mi mente pienso y medito;
Las mujeres que piensan en Dios,
Como un consolador, hacen bien,
A pesar de no tener al hombre indicado para tal fin.

¿Cuándo un hombre necesita ser consolado?

¿A quién acudirá? El hombre sentirá ser como
Un hijo amado, cuando busque amor de mujer.
También el hombre al hacer esto, hará bien para él.

Y sigo diciéndome que:

Ahí algo en mi corazón que está naciendo,
No puedo mas el de contenerlo.
Pues quiero que siga creciendo,
Todo anhelo no muere aun cumplido.
¿Qué más puedo hacer?
¿Acaso retener lo que merezco?
Si mi corazón anhela lo soñado,
Llegara pronto el día esperanzado.
Aquella promesa está pronta a cumplirse.
Me dispongo en la espera y esperar
Pero gota a gota, sembrar y sembrar,
Todo fruto que luego he de cultivar.
Mi anhelo está en Dios y también lo tengo yo.
Él me lo quitará o cuando sé lo de, Él lo guardará. 

Subtítulo
La Verdad Eterna.

Reboza una sincera sonrisa en la comisura de tus labios finos y

Un pequeño beso escondido veo, el que te di, se encuentra ahí.
Tímidamente miras a otro lado, cada vez, al pasar frente a mí,
Haces que se ruborice todo mi ser, cuando sabes que cerca estoy.

¿Esconderás un secreto que merezco saber? ¡Quiero escucharlo y entender!

Sí, eres también mi secreto, escondido en el tesoro de mi corazón.
Te tomaría de la mano y en cualquier momento te robaría un beso.
Hermoso ha de ser, sintiendo eso en labios inexpertos, esas cosquillas, esas caricias.
Empezaría a darte uno por uno, si es que me atrevo, si es que te dejas.
Rozados son, gruesos, puros y finos, como retoños dulces de una flor.

Cada uno de tus pétalos baña a gotas el origen de la esencia,

Alma turbia, pues es la mía, anhela el encuentro percibido en fantasías.
Sigues siendo niña inquieta, princesa levita, a caballo ibas presurosa y viva.
Te conquiste en mis sueños mas tus cabellos negros bruñían al viento,
Imitando el vuelo de los pámpanos y corolas, al soplo del aura eran
Llevados en la perpetua soledad de mis valentías y gallardías.
Oirás de mi boca salir mensajes esperanzados, espero no sean apresurados.

De tus ojos que son prósperos en alegrías, eternamente tiernos al delirio.

Encariñada estrella, sé bien que pequeña, eres, sobresaliente afín, eres y floreces
Las madrugadas que me avivan al anhelo. ¡Mi flor de estrella! ¡Perseveraré! Lo sé.
Enternecida flor de estrella, fiel eres a la tierra que preparé, ahí por siempre esperaré.
¡OH! Fiel compañera, nuestros encuentros han de ser como en la primera vez.
No desentrañes mis propósitos a mal, es que quiero compartir mi felicidad.

Esto quiero decirte algún día.

Dicho por mi boca y por escrito.
A mi primer amor correspondido,
Que inquieto estoy al querer demostrar
Todo lo que tengo que dar para amarte aun más.

Si me he de quedar solo que sea contigo.

Pero si tengo que vivir contigo, dame el espacio
De estar solo, como quisiera no depender del amor.
Siendo un solitario seria infeliz.
Siendo tu jayán seré un solitario feliz.
¡Solo, feliz! ¡Jayán, infeliz!

Si logras comprender esto,

Logras querer lo que soy.
He logrado vivir conforme a mi imaginación,
He ilusiones, solo por que me son casi reales
Y más aceptables, casi sobrenaturales,
Fueron sueños, hechos nada en la realidad,
Que solo yo conozco, que solo yo veo.

De verdad quiero decirte que...

Eres mi primera vez en todo aun más allá,
De lo que he fantaseado, en querer demostrar
Que puedo enseñar mi verdadera personalidad.
Usted niña es mi primer amor a quien quiero
Con amor de Cristo-Jesús, me gustas y me gusta
Decirlo y repetirlo ¡Te quiero!

Hoy me es especial por que

Por fin te he dicho ¡Te quiero!
Si ahora tienes dudas y preguntas espero
Para responderte con paciencia y honestidad.
Le digo a Dios cada noche al recordarte,
Siempre pasivo, auque sienta la agonía
De querer encontrar a esas horas de la noche.

Clamo a Dios diciendo:

Cuídala Padre-Amado,
Extiendo tu diestra,
Y con tu cálida mano derecha,
Toca su fría blanca mejilla,
Y dile de parte mía,
Muy de cerca a su oído,
¡Que le amas!

Padre a ti te pido, que no se repita,

El mismo error, ocasionando el dolor.
Siempre quise enamorarme, una sola vez
Más amor ahí en el corazón.
Más si es solitario.
¡Encontraré quien me quiera!
Me callaré y nada diré,
No lo preguntaré nunca jamás.
Porque sé, quien es mi flor de estrella.
Que jamás me abandonará.

Tengo un sueño, que no quiero olvidar,

Tengo un verdadero amor,
Que no quiero rechazar.
Además de eso, anhelo vivir
En mí encariñada flor.

No estés callada ante esto, que te presento.

Pues es para ti, porque lo quiero compartir.
No te mantengas en silencio,
Espero escuchar tus secretos.
Al presenciar mi anhelo de cerca
Me pongo sollozo y lloro.
Es por eso que no me atrevo aproximar,
Tan rápido, tan pronto.

Dicen que las palabras

Se las lleva el viento.
Eso no es cierto,
Las palabras se fosilizan,
Entre las rocas a causa
Del propio aliento, mi eterna vida.

Te diré que la vida

Seguirá su curso.
Esto si es cierto,
Y puedo morir,
Dejando de existir.
Jamás será por ti,
Mi final decaimiento.

Vale la pena decir

Que estas palabras
De mi flor de estrella,
Viven hoy como inmortales,
Se que jamás acariciaran
Las heridas fatales,
Que cicatrizaron en este corazón.
Que encontró la consolación y el perdón.

 Subtítulo
Cuando estés a mi lado.

Respirando el último aliento, sudoroso me despierto,

Tiemblo en mi cama y veo, que no estas a mi lado.

Una amplia noche y la oscuridad, no es quién me deja verte,

Pues es verdad, que no estas aquí a mi lado.

Tu almohada mojada por el llanto nocturno,

Al no escuchar tu voz y tus palabras a tiempo,
Y recuerdo, que quiero estar a tu lado.

Hallaré el momento oportuno y decirte un te quiero.

Escucharé el sentir reciproco, para cuando estés a mi lado.

Empezaré, a recopilar pedazos de lágrimas,

Que he dejado entre sabanas y mangas,
Dejaré la tristeza a un lado.

Suspenderé el mal pensamiento que me hace sentir,

Humanamente solo y triste, se que pronto te veré a mi lado.

Te tomaré de tu mano en el día esperanzado.

Cuando te espere en la cima del altar,
Junto a mí estarás, a mi lado.

Haremos esto en los días que, unidos vivamos;

Por donde quieras caminar libre, de las manos tomadas,
Por siempre los dos caminaremos, de lado a lado.

Espero por verte, estar un momento a solas,

Querer decirte, un pequeño te quiero y muchas cosas,
Quiero estar infinitamente a tu lado.

Reirás disfrutando la juventud, llena de virtud,

Y nuestros frutos en abundancia con vida y salud.

Cuando estés a mi lado, estarás segura, no te alejaras de mi lado.

Al protegerte de cualquier hombre, zutano o mengano, descarado.

Amanecerás a mi lado, sin frió, jamás incomoda, pero sí apasionada,

En mi pecho y en mi hombro, podrás recostar tu rostro de lado.
Suavemente nuestra piel se tocará, con todo el derecho reservado,
Me susurraras al oído: tu corazón palpita fuerte y rápido,
Y tus manos las siento recorrer, explorando y congelada.

Te atraparé con mis manos y tocaré tu espalda y tú bajo vientre,

Fantaseo en la realidad, besarte cada uno de tus labios perfumados.
Inmenso es el amor que retengo en la cajita de bondad,
Tú tienes la llave guardada, en oraciones que siempre son escuchadas.

Llave de fe, que ya abrió las puertas de este remendón corazón,

Difícil es de penetrar en este duro caparazón.

Oirá Dios, en las madrugadas y amaneceres,

Tus peticiones, con acción de gracias.

De seguro que sí escuchará tus oraciones y tus ruegos.

Por que Él desde el principio te cuida estando a tu lado.

En las cuatro esquinas de tu habitación, cuatro ángeles

Habitaran alrededor, ellos son buenaventura, felicidad,
Fe y amor, los pedí para ti, mi flor.

Le clamo a Dios que te proteja y que mantenga

Tu hogar unido como una verdadera familia querida.

El cielo azul profesará que la flor de estrella tendrá,

Lluvia abundante, en la tierra fértil, que soy yo, sin saturarte,
Para no ahogarte, me sostengo desde tus raíces y te retengo,
Desde tu tallo, el agua viva te mantiene, radiante.
Y tus hojas alimentadas por el manantial del cielo halado.

Oníricos sueños, al dormitar con quebrantos,

Me despiertan anhelando, aún mas de tu encanto,
Té percibo tan cerca y estás tan lejos.

Nublado el cielo, a la vista de día,

La estrella que espero en la noche dormida,
La localizo al ver el brillo de una flor de estrella,
Como el brillo de un hado. 

 

Subtítulo
La última filosofía.

Mi flor de estrella, dime con tú filosofía.

¿Amarías a cualquiera? ¿Amarías de verdad?
¿Revelarías tu sincera virtud, el amor, con honestidad?
Irisar en tus profundos ojos, sería una hermosa travesía.
Aclárame los diluvios de tu alma inquieta, así como tú destellas.

Gemas y rubíes se adornan y calzan tus pies,

Índigos arcángeles en tus cabellos cuelgan en vaivén.
Las lunas de plata, se bañan en tu piel, cuan hermosas son.
Mi estrella sedienta de amor, bella con su corona, pétalos de girasol.
¿Amarías al colibrí color veridian y de plumas níveas?

Sol y mar, en tus cabellos.

Ocaso rojo diezmado, en tus ojos.
Flor de estrella naciente, de tu vientre.
Irisar en tus ojos, hermosa travesía.
Alma inquieta, de tus diluvios destellas.

Serena, abrazas las sedas con tus manos.

Amando y esperando al colibrí color veridian.
Níveas las alas, las que aman, a mi flor de estrella.
Tiñen los pétalos de flor magenta, con su verde amor.
Irisar y de señorear en la fantasía de mi última travesía.
Manantiales dentro de los valles, dueños son ave y flor.


Si la última vez te quise,

En el infinito te amaré.
Mi flor de estrella en su última filosofía.
Irisar es colorear en los ojos la fantasía y de la
Estrella...

 

Por muchos años he sido un joven soñador, romántico, he iluso.
Siempre inocente en mi forma de pensar, me creo todo lo que me digan sin cuestionar.
Y aunque no logro quitarme esa personalidad, mas que mental, es del alma, se que he podido avanzar y con esa parte de mi nació una poesía que me ha venido acompañando por todo este tiempo de soledad, es la viva ilusión de admirar a personas que influyen en mis sentimientos de niño y de hombre, esta poesía se llama ¡Mi flor de estrella! Hoy he escrito esta mañana la versión número 14 que desde el 5 de agosto de 1997 nació como una forma de despejarme, para no deprimirme y alcanzar esa estrella que he dejado en su cielo azul y ella evoluciona en mil formas desconocidas.
Aquí esta mí querida obra maestra, así le llamo por que fue mi primera poesía que aun no termino.
Y como digo yo: CUANDO UN POETA DICE FIN, ES PARA SIEMPRE CONTINUAR.


¡Mi flor de estrella! 14

Amada flor de estrella.

Amada flor de estrella, ansío tu néctar de pasión.

Báñame en tus recuerdos ávidos, cultiva una semilla,
Bautizada en aguas bautismales, antes que el sol aurilla,
Y el atardecer se invoque en las sombras sin visión.

Ámame, soy tu colibrí, sediento de tu savia de la vid.

Busco en ti, que mi alma dolorosa se cure, al delirio.
Busca en mí, pedazos de gotas, pues mi lágrima ha caído.
Yo no poseo un amor, para apoyarme y protegerle, uno en ti.

Mares de flores durmientes, amanecen en mis manantiales.

Ellas como elixires, dilatan la vida de este colibrí color veridian.
Laurear tu cetro, coronar tus aposentos, al asentar mi huella en ti.
Airén es el fruto, uvas blancas, en nuestros viñedos vivientes.
Néctar que suples de tus esencias, nácar rosado en tus ojos lirios.
Irisar sobre tus ojos es una aventura interminable, es la viva fantasía.
Enhebrar aquel ensueño como anhelo revivido, amada providencia. 

 ¡Mi flor de estrella! XV
Amada, has vuelto a nacer.

Amada, has vuelto a nacer en retoños, se que has vuelto a vivir.

Manan tus semillas internamente, por la fisura, en la solitaria verde roca.
Avanzando y flagelando las simientes, con tus pétalos cálidos en mi boca.
Nadan empujando salvajemente, sin misericordia raíces hibridas al reñir.
Dominando y tallando el corazón petrificado, cálidamente por tus besos.
Amada, rasgas mil cicatrices secas, revelando la sangre en vivos rojos.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario